La ventosa es una especie de copa cuyo borde se coloca en la zona a tratar. Funciona por vacío, producido por la succión de parte del aire que hay en su
interior. Este vacío tiene la propiedad de generar un movimiento a nivel energético, también en los tejidos y en la circulación. Se puede recorrer una zona o dejarla estática en un punto.
Es muy efectiva a la hora de armonizar los desarreglos musculares y otros estancamientos energéticos. Cuando recorremos una zona produce una sensación de
alivio, de estar liberando los tejidos. Si la dejamos estática, al principio se puede percibir cierta tirantez, pero al momento la sensación desaparece. Al finalizar la sesión pueden quedar
algunas zonas enrojecidas a causa del trabajo con la ventosa, es perfectamente normal y en pocos días, a veces horas, desaparece.